Laura Gracia:el camino para alcanzar una meta no es siempre fácil

by Hergit "Coco" Llenas

Laura Gracia-PIC

A sus 19 años Laura Gracia ha sido finalista de un concurso local de poesía, ganadora de cuatro becas universitarias otorgadas por la Public Education Foundation, graduada de la escuela Rancho con el rango de estudiante Valedictorian -o sea considerada entre las mejores de su clase- y coronada con el segundo lugar en careos o debates escolares en la división correspondiente a su escuela.

Voluntaria extraordinaria, con más de 200 horas de labor comunitaria durante el transcurso de año escolar 2012-13, Laura Gracia ha servido con entusiasmo y dedicación a la Sociedad de Lucha contra el Cáncer, Best Buddies, Music 4 Life, La Fundación contra la Diabetes Juvenil y la Asociación de Estudiantes en Ocupaciones de la Salud (Health Occupation Students Association, HOSA)
Como si fuera poco, sirvió de editora del libro anual de estudiantes de su escuela preparatoria y ayudó también con el diseño gráfico del mismo. Todo sin abandonar su pasatiempo favorito: la natación sincronizada, habilidad gracias a la cual ha podido trabajar como salvavidas y ganar algún dinero.
Laura ingresará en el otoño a la carrera de psicología en la Universidad de Nevada-Reno, pero el camino para alcanzar esta meta no ha sido fácil. Primero sobrevivió la pérdida de su querido abuelo; y luego, con la llegada de la recesión económica, sus padres se quedaron desempleados casi al mismo tiempo. A pesar de creer con pasión en el valor de la educación de sus dos hijas, ninguno de los dos pudo proveer los recursos necesarios para enviarlas a la universidad, pues de golpe se encontraron prácticamente en la ruina. La estabilidad del hogar sufriría aún más sacudidas con los altibajos que tanto estrés produjo en el matrimonio.

Cada adolescente – como usted recordará- libra una la batalla interna por la búsqueda de una identidad individual y por hallar un sitio dentro de la colectividad. Para Laura, mitad mexicana,mitad caucásica, dar con ese espacio donde pudiera ser ella y ser aceptada, fue particularmente difícil. En la escuela no cabía entre las latinas por parecer blanca, ni entre las blancas por llamar a su grandfather “abuelo”. Del cruce de culturas, de religiones, de genes, Laura emerge como una jovencita con más preocupaciones sobre su identidad que “las comunes”, si es que tal cosa existe… Sin embargo, a fuerza de carisma natural y puro instinto de supervivencia, logró ser querida y aceptada por muchos.
Su inteligencia, creatividad y empatía es proverbial. Su deseo de ayudar a los demás la destaca como una persona excepcional, ¡y por eso hoy la celebramos!
Y celebramos a Manuel Retama y a Unique y a los cientos de estudiantes que contra viento y marea, pidiendo becas, tocando puertas, dándose en cuerpo y alma, lograron el sueño de graduarse y ahora van encaminados hacia una educación superior.
Gracias a los todos los graduados de este año por demostrar que sí se puede!

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