Coco'sWords

Hablemos de todo un poco

Month: November, 2013

¿Cómo se despide a un maestro?

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-¿Cuál es el procedimiento que ustedes siguen a la hora de despedir un maestro?, le preguntó Lily Eskelsen García al administrador de una escuela pública en su visita a Finlandia, país que se ha convertido en el modelo a estudiar para reformadores alrededor del mundo y que, de nuevo, ha sido el ganador del primer lugar en el Programme for International Student Assessment (por sus siglas en inglés PISA). PISA es una encuesta rigurosa que mide los logros académicos de estudiantes -originarios de 57 naciones- que están cursando la secundaria. Los estudiantes son evaluados en matemáticas, lectura, ciencias y en su habilidad para resolver problemas.
A su vez, Lily Eskelsen García, otrora maestra de primaria en Utah, es la vicepresidente de la National Education Association, conocida por sus siglas en inglés como la NEA, la cual es una organización laboral que agrupa a más de tres millones de miembros. Además, Lily fue una de las personalidades invitadas para hablar ante un selecto grupo de líderes de Nevada, en la tercera cumbre organizada por The Leadership Institute, el pasado jueves, 14 de noviembre (grababa por Nevada PBS).
En respuesta a la interrogante planteada por la líder sindical sobre cómo se despediría a un maestro, el administrador nórdico contestó con otra pregunta: -¿Y es que ustedes [en los Estados Unidos] contratan malos maestros?…
Esa es la pregunta del millón.
“En Finlandia, es más difícil entrar a la facultad de enseñanza que a la de leyes. El magisterio es considerado como una profesión muy distinguida y aquellos que en ella trabajan son considerados parte de una élite,” dijo la oradora, agregando que “para llegar a convertirse en un educador profesional, una persona debe pasar por un proceso minucioso de reclutamiento y de preparación que incluye la adquisición de un grado de maestría en la materia que se va a impartir.”
Dicho de otra forma, cuando los maestros son elegidos con mucho cuidado y están altamente capacitados, el dilema de deshacerse de las manzanas dañadas se resuelve casi por sí solo. Y esta es una noción que a nosotros nos convendría aprender de los finlandeses, (vea What the U.S. can’t learn from Finland about ed reform publicada en The Washignton Post) aunque ellos deban su éxito educacional a las innovaciones que asimilaron, nada más y nada menos, de los Estados Unidos.¡Oh, qué ironía!

El GED: a penas un buen diploma

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Cami Anderson, la famosa superintendente de distrito escolar de Newark (New Jersey), visitó Las Vegas hace unos meses. Durante su visita, la reformadora compartió su opinión sobre varios temas relativos a la educación, entre ellos el General Educational Development o GED, como se le conoce comúnmente.
EL GED es un proceso que ayuda a prepararse para pasar un examen que incluye cinco áreas de competencia académica: matemáticas, ciencias, estudios sociales, lectura y escritura. El mismo equivale, casi, a un diploma de graduación de la secundaria o el bachillerato.
Al remontarse a los orígenes del GED, Cami explicó cómo la creación de esta iniciativa respondió a la necesidad de encontrar una solución al problema de los soldados que fueron enviados a la Segunda Guerra Mundial. Éstos no alcanzaron a terminar la escuela y al retornar de los campos de batalla estaban pasados de edad para regresar a los salones de clases. Es decir, que el GED se inventó como un atajo para acelerar el proceso de reintegración a la fuerza laboral de los veteranos, aunque en la actualidad se utilice como alternativa “válida” para aquellos estudiantes que han desertado de las aulas.
La palabra válida aparece entre comillas porque, según la educadora: “El GED, hoy día, no es más que “a Good Enough Diploma,” lo que en este contexto se traduciría como un diploma a penas bueno o justo. A penas bueno para que a uno lo acepten en el ejército o a penas justo para ingresar a una academia vocacional donde se enseñan oficios como la plomería o similares. Dicho sea de paso, y de acuerdo a las proyecciones de los economistas, este tipo de oficios “van a representar una de las cinco posibles plazas de empleo en la sociedad norteamericana del futuro,” nos explicó la oradora.
O sea, que el GED no es suficientemente bueno para tener acceso a TODAS las opciones disponibles en el mercado laboral del mañana, opciones que sí estarían al alcance de alguien que haya alcanzado una formación académica más avanzada.
La prensa local ha estado divulgando la noticia de que al final de 2013 se van a implementar cambios que harán del examen en cuestión uno más profundo y complejo. Y aquí entre nos, ya era hora de que lo ajustaran a nuestros tiempos, pues “desde la II Guerra Mundial seguía siendo el mismo”. Sin embargo, ¡cuidadito! que un Good Enough Diploma no basta para alcanzar el sueño americano, porque es sabido (y está suficientemente demostrado) que existe una relación directa entre una excelente educación y un mayor número de oportunidades en la vida.
http://eltiempolv.com/articles/2013/11/14/opinion/doc52854da93b995064730533.txt

¿Hay que esperar por un mundo ideal?

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http://eltiempolasvegas.com/articles/2013/11/07/opinion/doc527c1465e0bd6649266152.txt
¿Hay que esperar por un mundo ideal?
Si viviéramos en un mundo ideal no sería necesario que existieran grupos en defensa de los derechos humanos u organizaciones para combatir el hambre, ni entidades que se ocuparan de ayudar la educación pública, porque en un mundo ideal la gente no sería abusada, maltratada o discriminada por el prójimo, la distribución de las riquezas sería equitativa y la educación de nuestros niños sería un derecho inalienable y una gran prioridad.

Pero como vivimos en un mundo que no es perfecto, existen agencias cuya función es la de suplir aquellos bienes y servicios que una sociedad determinada ha sido incapaz de proveer para ella misma. Una de esas agencias es The Public Education Foundation, donde laboro, la cual se ocupa de movilizar a la comunidad y de localizar recursos para mejorar las oportunidades educativas de los niños en las escuelas públicas.

Al explicarle el otro día a una amiga española -que vive en Alemania- sobre la naturaleza de mi trabajo, su respuesta fue, más o menos, la siguiente: -Pero, tía, ¿cómo es posible que la educación pública, un deber y una responsabilidad del estado, necesite de la comunidad para cumplir con su obligación?… ¡Eso es una aberración!

Como ven, Cristina es un poco dramática, no obstante, tiene razón. En un mundo ideal mi empleo no existiría. Yo tendría que buscar otra manera de ganarme la vida. Desde luego, yo lo haría con mucho gusto con tal de que todos los niños, especialmente los de este distrito, tuvieran igualdad de oportunidades para triunfar en la escuela, en la vida.

Al compartir con mi amiga algunos detalles sobre nuestro actual sistema educativo, solo conseguí alarmarla más: ¡Qué barbaridad! ¡No lo entiendo!, me decía cuando le hablaba sobre la falta de fondos para sostener apropiadamente las escuelas, la poca comunicación e integración entre los padres y la escuela, el número reducido de maestros para tantos alumnos, la tasa de graduación, la cual es una de las más bajas del país, ¡en fin!

Y aquí entre nos, no la puedo culpar por su alarma, porque ¿cómo podría ella ponerse en nuestro lugar, si recibió una excelente formación en unas escuelas públicas bien dotadas, a pesar de que su mundo no es todavía el ideal?…

Todos los huevos en una canasta

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Parecería que La Gran Recesión se ensañó contra nosotros. No obstante, en otros estados de la nación -Texas, por ejemplo-, la crisis a penas se ha sentido. Por el contrario, durante de los últimos cinco años, aquí hemos sido testigos de la casi extinción de la industria de la construcción, con el subsecuente incremento de la tasa de desempleo, lo que produjo un número sin precedente de casas expropiadas por los bancos, por sólo citar algunos de los efectos resultantes del desplome en el sector turístico, que es muy frágil si consideramos el impacto devastador que tienen sobre él eventos como el 9/11 o la “recesión” económica.

Del éxito del turismo, (gallina de los huevos de oro), depende en gran parte el éxito de la economía local. De ahí la vital importancia de “no poner todos los huevos en una sola canasta”, como reza el refrán popular, si no contar con varios renglones que aporten a nuestro desarrollo económico. Este concepto no es ignorado por estos lugares y es lo que conocemos como diversificación económica, gracias a la cual la ciudad de Austin, aproximadamente del mismo tamaño que Las Vegas, le ha ido muy bien en medio de esta debacle.
Austin cuenta, entre otros sectores, con: tecnología informática, negocios privados, servicios personales y gubernamentales (por ser la capital del estado de Texas), una rica vida universitaria aparte de una vibrante escena de bares y restaurantes.
Por largo tiempo se ha cacareado en Sin City sobre la urgencia de cambiar nuestro modelo actual, basado en el turismo, por uno que cuente con nuevas alternativas, como por ejemplo: la explotación de la energía solar, la edificación de planteles informáticos, a merced de la ausencia de desastres naturales o que más corporaciones muden sus casas matrices dentro de nuestra jurisdicción. Sin embargo, a pesar de tanto quiquiriquí, ni Las Vegas, ni Nevada han sido capaces de incubar proyectos concretos que logren ¡por fin! diversificarnos. Y, aquí entre nos, una se pregunta: ¿qué estaremos esperando?

http://eltiempolv.com/articles/2013/10/31/opinion/doc5272c84a83410416167337.txt