Francisco Rangel:sé que puedo ser un agente de cambio
by Hergit "Coco" Llenas
“Todo sueno comienza con una visión”-Paco
Francisco Rangel, Paco, como lo conocen sus seres queridos, se vino al desierto en 1999 con el propósito de estudiar ya aquí no le exigían “ciertos” papeles para ingresar a la universidad. Esos mismos papeles, le truncaron su sueño de convertirse en piloto.
Eran otros tiempos…el problema de los papeles quedó resuelto…la vida, con sus hallazgos afortunados, tenia otros planes para él.
El nombre, Paco se relaciona con San Francisco de Asís. El resto de monjes franciscanos lo llamaban Pater Comunitas o Pater Comunitatis, es decir, padre de la comunidad. Quienes hemos visto a Paco en acción, conduciendo un taller de ciudadanía, al frente de un salón de clases, en medio de una marcha, reconocemos la profunda conexión que existe entre el hombre y el nombre.
Sin embargo, la conexión entre el nombre Paco y el líder, es otra historia, es la historia del peregrinaje de ese hombre hacia sí mismo.
Francisco Rangel empezó su recorrido en Fresnillo, Zacatecas, México, y de ahí paso a residir en Los Angeles. Fue un niño deprimido, sexualmente abusado repetidas veces por múltiples personas dentro de su círculo familiar. En la escuela lo acosaban y creció escuchando que “solo servía para vender naranjas en la parada del freeway.”
Había venido a los Estados Unidos dejando atrás una casa holgada y una escuela privada para “por primera vez conocer la pobreza. Mi mamá trabajaba humildemente, vivíamos en un garaje, compartiendo el espacio entre tres personas”
Al otro lado de esta realidad, Paco contaba con su abuela, “la gran inspiración de mi vida”:
– “si yo hubiera ido a la escuela, ya estuviera en la Casa Blanca”, le decía la abuelita.
Francisco Rangel eligió, entre todas las cosas, creer e inspirarse en las palabras de su abuela. Por eso él aspira “un día, cuando haya terminado mi doctorado en Abogacía en la universidad de Harvard, ser el primer latino en juramentar al primer presidente de origen hispano.”
Con el apoyo de su hermana, “la luz y la estrella que me guía”, Francisco, un hombre-feminista, ha dejado de ser la victima de un trauma brutal para ser un activista.
Empezó como voluntario, donando su tiempo a Hermandad Mexicana, que es una organización dedicada a defender los derechos del inmigrante y la comunidad latina. Gracias a su dedicación y servicio, le ofrecieron trabajo en esa entidad y de ahí continúo asumiendo responsabilidades a través de United Way, AmericCorps, CCSD, entre muchas otras obras de carácter humanitario. Tras pasar por la hotelería, la banca, recursos humanos, la construcción, la jardinería y a ratos por el desempleo, Paco volvió al origen, a su centro, a la comunidad.
En ese peregrinar encontró la paz consigo mismo y encontró su destino “tenia yo que ver con los ojos del constructor, del jardinero las luchas de nuestra gente por salir de la pobreza y la falta de información tan grande que padece la comunidad…porque lo entiendo, sé que puedo ser un agente de cambio.”
Y es por eso que hoy lo celebramos!
http://www.eltiempolv.com/articles/2012/07/20/ciudad_and_estado/doc50085931b9469685102696.txt