Leticia Gardea: Hoy te celebramos!
by Hergit "Coco" Llenas
“Nunca, nunca, nunca se rindan” (Winston Churchill) es la frase favorita de Leticia Gardea y es quizás la mejor manera de describir el espíritu de esta mujer cálida y carismática, creativa, productiva, y propietaria de un exitoso restaurante que lleva su nombre.
Leticia ha hecho posible la cristalización de sus más soñadas aspiraciones y al mismo
tiempo ha demostrado ser un vehículo, una fuerza, capaz de resolver los problemas de muchas otras personas. Con un oído siempre alerta a las necesidades de nuestra gente, entendió que “a finales de los 80, en el Este de Las Vegas, existía una densidad enorme de apartamentos y que la posibilidad de adquirir una vivienda propia a bajo costo era prácticamente inexistente.” Armada de valor, Leticia se presentó frente a las autoridades municipales y les expuso el problema. Como resultado, y después de mucho batallar, consiguió la asignación de 4.6 millones de dólares para construir Mi casa en el sol, el primer proyecto urbanístico de viviendas a bajo costo en la cuidad de Las Vegas. Cuarenta casas totalmente equipadas que cambiaron drásticamente la vecindad al arrebatar de las manos de drogadictos y delincuentes el terreno sobre el cual se construyeron.
Con el mismo ímpetu y dotada de una habilidad natural para canalizar las voces de toda una comunidad, ella logró cambiar la ley de los Three Strikes (tres golpes) Esta ley establece que si una persona ha cometido dos delitos anteriormente, a la tercera vez podría recibir una sentencia en prisión de cadena perpetua. Debido a los esfuerzos de Leticia, esta ley que cubría únicamente el área de Freemont St, pasó a proteger desde Charleston hasta Owens y desde Eastern hasta Main Street, creando así un clima más sano y más seguro para los comerciantes cuyas operaciones se veían afectadas constantemente por los traficantes de drogas y prostitutas que plagaban la zona. Gracias a la nueva regulación, estos últimos fueron fácilmente “disuadidos” de mudar sus transacciones lejos de allí.
¿Cómo pudo esta joven madre soltera, con dos y tres trabajos al mismo tiempo, tener también la fuerza para ayudar a formar organizaciones sin ánimo de lucro, tocar puertas, cambiar las leyes y modificar el destino de un vecindario de forma permanente? “Pues con mucha pasión y convicción no hay nada imposible. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de crear todo aquello que se propone “-nos dice.
En la década de los 90, Leticia, ahora al frente del departamento de diversidad de un reputado casino en el strip, se aseguró “que las minorías: checos, hispanos, búlgaros y de color, con o sin limitaciones físicas y/o intelectuales, recibieran una justa oportunidad de acceso a los puestos vacantes.” Y más tarde, continuaría demostrando su gran capacidad de mujer emprendedora al elevar la membrecía de la Asociación Nacional de Hispanos Profesionales de Bienes Raíces de 16 a personas a cerca de 1,000 miembros.
¡Y es por estos logros que hoy la celebramos! Gracias, por tu afán, por tu ejemplo, por no haberte nunca, nunca, nunca rendido ante nada Leticia y por tu don divino de crear algo, soluciones, donde no existían nada más que problemas.